Al irse a la universidad, Abbie deja atrás a sus padres y a su hermano, Kayden, que no habla y tiene autismo. A medida que Abbie se enamora de su independencia y avanza su incipiente relación con una mujer, sus padres intentan enseñarle a Kayden habilidades para una vida más independiente mientras lo ayudan a pasar de la escuela secundaria a la edad adulta y ajustar su rutina sin Abbie, lo que le está causando muchos problemas. Pero cuando Abbie regresa a casa para las vacaciones, descubre que Kayden está en el hospital y, como familia, deben encontrar una solución para su futuro: el inmenso impacto que tiene el autismo, muestra la importancia de la conexión entre hermanos y el vínculo incondicional en la familia. Con un enfoque en la autenticidad, Kayden es interpretado por un joven en el espectro del autismo, además de mostrar obras de arte de la comunidad autista en la pantalla, y toda la música del filme proviene de las comunidades autista y LGBTQ+.